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Las contracciones auxotónicas
Son aquellas en las que el músculo combina en la misma acción la actividad isotónica y la isométrica. Esto tiene como resultado una forma de contracción muscular en la que el nivel de tensión con la que se activa el músculo va a variar a lo largo de toda la contracción.
Este tipo de contracciones auxotónicas se van a producir cuando la fuerza del músculo trata de vencer la resistencia a la elongación longitudinal de un material elástico (muelles, gomas, etc), la cual provoca un cambio transitorio en su forma que desaparece en el momento que desaparece la fuerza externa que lo deforma.
Según la ley de Hooke, la resistencia al estiramiento de los materiales elásticos aumenta en proporción a su elongación, lo cual implica que la resistencia ofrecida a su deformación es mayor en la medida que el material está más estirado.
Así, cuando el músculo empieza a estirar una goma, muelle o similar, inicia su activación frente a una resistencia muy asequible, a la que va a superar con relativa facilidad por medio de una contracción isotónica que provoca un acortamiento del músculo, acompañado de un desplazamiento de la palanca movilizada.
Sin embargo, esta resistencia va a ir aumentando en la medida que el elástico se sigue estirando hasta que alcanza su límite de deformación o de alargamiento, punto en el que ofrece un nivel de resistencia insuperable para las capacidades del músculo, a la que el músculo se enfrenta por medio de una contracción isométrica, es decir aquella en la que el músculo ya no modifica su longitud durante la contracción.
A partir de este punto, el músculo puede seguir trabajando si vuelve de una manera controlada a la posición inicial, a través de una contracción excéntrica que se inicia con una tensión máxima en esta posición límite para ir reduciéndose en la medida que llega a la posición inicial.
La velocidad de movimientos suele ser bastante reducida en este tipo de contracciones, e incluso tiende a disminuir progresivamente según avanza el movimiento y con ello la resistencia presentada por el material elástico a su deformación.
Por este motivo, el trabajo con elásticos no nos va a servir de ayuda para el entrenamiento de la velocidad y de la fuerza explosiva del músculo.
Por otro lado, esta falta de velocidad en el movimiento permite que las fibras musculares se mantengan contraídas durante más tiempo en cada movimiento, lo que favorece el desarrollo de la fuerza resistencia, tanto en su forma estática como dinámica, ya que con los elementos elásticos se trabajan los dos tipos de contracciones.
La fuerza resistencia es el tipo de fuerza que se trabaja en las primeras fases del entrenamiento de fuerza con el fin de construir una buena base muscular y articular sobre la que poder realizar posteriormente otro tipo de entrenamientos más intensos y específicos, basados en la fuerza explosiva o en la fuerza máxima.
Por eso los elásticos se pueden utilizar en los períodos preparatorios como un medio más respecto al que desarrollar la fuerza de base, enriqueciendo así el repertorio de ejercicios y movimientos utilizados en esta fase en la que lo importante es que el desarrollo muscular sea lo más general y variado posible, aunque luego se abandone su uso cuando el deportista empiece a entrenar con medios más específicos.
Sin embargo, los elementos elásticos pueden también ser utilizados para el entrenamiento específico en algunas especialidades deportivas, como es el caso de la natación, ya que las características del trabajo muscular del nadador dentro del agua (contracción isocinética) presenta cierta afinidad con el trabajo muscular que se realiza con las gomas y muelles (al no ser explosivo y oponer una resistencia constante), por lo que estos medios pueden ser utilizados para simular ciertos movimientos técnicos de competición (fases de la brazada).
Los elementos elásticos también se utilizan en el ámbito de la rehabilitación, al facilitar unos movimientos muy controlados que no ponen en riesgo las articulaciones débiles, y ayudan a mantener el músculo activado en toda la fase del movimiento, lo que favorece el refuerzo articular.
De hecho, el creador del Método Pilates (Joseph Pilates), aprovechó los muelles de las literas que encontró durante su cautiverio como prisionero de guerra en la I guerra mundial, para ayudar a la recuperación de sus compañeros heridos, siendo este el origen de su sistema de entrenamiento que tanta fama ha alcanzado posteriormente y que en cierta medida ha conservado sus características iniciales a pesar de las posibles evoluciones que se hayan podido desarrollar.
Así, si echamos un vistazo a las máquinas que se utilizan actualmente para desarrollar las sesiones de trabajo con máquina del Método Pilates (Cadillac, Reformer, Silla combinada) podemos observar que estos aparatos utilizan muelles como elemento dinámico orientado a generar ayuda u oposición al movimiento del cliente.
En cualquier caso, cuando trabajamos con muelles y gomas tenemos que ser prudentes a la hora de escoger la tensión utilizada para entrenar (gomas más resistentes, utilizar más muelles en el extensor,…), ya que trabajar con unos muelles o gomas muy duros pueden producir sobrecargas en la articulación trabajada, ya que la tensión de la contracción se centra especialmente en un extremo del músculo, quedando el otro más descuidado.
Por otro lado, el trabajo isométrico o casi isométrico puede producir una elevación de la presión arterial si se realiza a gran intensidad, por lo que hay que tener cuidado de no utilizar tensiones muy elevadas si se utiliza con personas que presenten problemas cardíacos.
Sin embargo, el entrenamiento con gomas elásticas de resistencia ligera no tiene porque generar problemas. En cualquier caso si padece de este tipo de problemas lo mejor es pedir consejo a su médico.
La contracción ecocéntrica
La contracción ecocéntrica sería aquella que simultanea una contracción concéntrica y otra excéntrica en la misma acción. Para que esta situación sea posible, el músculo tiene que participar en más de una acción articular a la vez, por lo que este tipo de contracción solo puede producirse en los músculos multiarticulares, es decir en aquellos músculos que atravesando anatómicamente dos articulaciones distintas, consigue al contraerse realizar una acción diferente en cada una de ellas.
La contracción excéntrica establece una sinergia concurrente respecto a la acción que el músculo realiza en la otra articulación, consiguiendo así que la longitud del músculo apenas se modifique durante la contracción, de ahí que pudiera catalogar dicha acción como una contracción casi “isométrica”.
Para poder entender todo esto mejor, podemos utilizar como ejemplo el trabajo de los isquiotibiales, que son músculos que atraviesan las articulaciones de la rodilla y la cadera, en un gesto natural como es el de la carrera.
En este movimiento cíclico que el individuo puede realizar a gran velocidad, el isquiotibial va a trabajar constantemente alternando en todo momento su posición gracias a una sucesión de contracciones excéntricas y concéntricas que van a ayudar a proporcionar gran dinamismo al movimiento, pero sin que la longitud del músculo se vea modificada.
Así en una de las fases del movimiento, cuando la cadera se extiende, el isquiotibial se mantiene contraído de manera concéntrica en esta articulación, mientras que en la articulación de la rodilla se contrae de modo excéntrico manteniéndose esta extendida.
El alargamiento de la sección inferior del músculo consigue compensar el acortamiento de la zona superior, ayudando así a conservar la longitud del músculo en una acción de tanto dinamismo y explosividad.
1 Comentarios
One Reply to “¿Qué es la contracción auxotónica y ecocéntrica?”
Excelente la información …….
Graciias