El salto de obstáculos es una de las múltiples aplicaciones prácticas que tiene la habilidad básica del salto, la cual se apoya en el nivel de agilidad que tenga el individuo, ya que requiere para su puesta en práctica una combinación de cualidades físicas (flexibilidad, potencia, coordinación, velocidad), así como psíquicas (mecanismos de percepción y decisión).
Esta habilidad del salto de obstáculos se trabaja de manera específica y como objetivo prioritario en las disciplinas atléticas de carrera con vallas, así como de una manera menos relevante en la carrera de 3.000 metros obstáculos.
En estas especialidades el salto de la valla o del obstáculo son elementos determinantes en el rendimiento de la prueba, tanto como lo pueda ser la misma técnica de carrera, de ahí que la técnica de franqueo de los obstáculos reciba un tratamiento destacado en la preparación del especialista, especialmente en el caso de las carreras de vallas.
En este sentido, ambas especialidades están fundamentadas en correr en el menor tiempo posible una distancia determinada sobre la pista de atletismo, la cual está salpicada de obstáculos que el atleta tiene que superar por arriba para seguir avanzando en su desplazamiento.
Pero existen grandes diferencias estructurales entre cada una de estas pruebas, las cuales impiden que el franqueo de las vallas u obstáculos pueda realizarse de la misma forma en cada uno de los casos.
Así, las carreras de vallas se desarrollan en distancias cortas (entre 60 y 400 metros), de ahí que este tipo de pruebas estén encuadradas en el ámbito de las carreras de velocidad, ya que la actividad se desarrolla en períodos de tiempo muy breves (inferiores al minuto de duración), que permiten al atleta competir a la máxima intensidad.
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Tipos de obstáculos
Sin embargo, la prueba de 3.000 metros obstáculos podría clasificarse como una prueba de medio fondo, en la que el esfuerzo de los corredores supera los ocho minutos de duración, por lo que la intensidad con la que se desenvuelven los deportistas podría considerarse como media.
Según vamos reduciendo la distancia de competición, la velocidad cobra más importancia que la economía de movimientos, de ahí que en las pruebas cortas (60, 100 y 110 metros vallas), el modelo técnico utilizado sea especialmente dinámico y felino.
En un punto intermedio, vamos a situar las pruebas de vallas de larga duración (400 metros vallas), en las que existe un mayor equilibrio entre la economía de movimientos y la agilidad del franqueo por parte del corredor.
Por otro lado, existen ciertas diferencias entre el tipo de obstáculos utilizados en cada una de estas pruebas, los cuales van a influir de manera determinante en el tipo de técnica que se va a utilizar para el franqueo de los obstáculos o vallas.
Así, en las pruebas de vallas nos vamos a encontrar con unas vallas ligeras e independientes para cada corredor, las cuales pueden caerse al suelo con facilidad si se golpean en el salto de las mismas.
Esta particularidad permite a los especialistas de este tipo de pruebas utilizar un tipo de técnica más arriesgada, que apure más la distancia con la que se superan las vallas, ya que si el corredor colisiona con ellas van a caer sin entorpecer su avance, lo cual reduce la peligrosidad de las caídas.
Peculiaridades del 3.000 obstáculos
La caída de las vallas no reporta ninguna ventaja al corredor, ya que la ventaja que consigue si se ha elevado menos del suelo para superarla quizás sea contrarrestada por la incertidumbre que genera el lugar de caída del obstáculo, ya que este puede ser motivo de un nuevo tropiezo, de ahí que la estrategia de competición suele estar dirigida a superar los obstáculos y no a tirarlos.
Sin embargo, la prueba de obstáculos se realiza superando obstáculos fijos, los cuales no pueden derribarse con el contacto del corredor, por lo que un tropiezo con el mismo puede provocar la caída del atleta, la cual es más difícil de resolver para el corredor ya que suele sucederle cuando está muy cansado y con menos reflejos.
Por otro lado, este tipo de obstáculos permite que el atleta se apoye con el pie sobre él al saltarlo, particularidad que aunque puede ralentizar la maniobra, le permite asegurar el franqueo cuando tiene inseguridad en sus propias energías.
Así mismo, esta maniobra de pisar el obstáculo resulta especialmente necesaria cuando tratamos de saltar el obstáculo que precede a la ría de agua.
Porque al pisar sobre el obstáculo podemos impulsarnos a un punto de caída más lejano respecto al obstáculo, lo cual puede ayudarnos a salvar totalmente la ría o al menos la zona más profunda de esta, que está junto al obstáculo.
Caer en la zona profunda de la ría, a parte de frenar en seco el impulso horizontal del corredor para el avance ya que cae al suelo de una manera más vertical, trae consigo que los pies del corredor se hundan totalmente en el agua, lo que provoca que este se frene en seco.
De tal forma que al esfuerzo que tiene que realizar para sacar los pies del agua, hay que añadir otro de aceleración para recuperar su anterior ritmo de desplazamiento, y quien sabe si la distancia perdida con otros competidores que han salvado esta dificultad en mejores condiciones que él.
Características de los obstáculos
Por otro lado, los corredores de vallas participan en la competición usando cada uno una calle propia, en la que se encuentra sus propias vallas, mientras que en la carrera de 3.000 metros obstáculos, los corredores comparten el espacio de carrera y los obstáculos.
Otra diferencia entre las pruebas de vallas y la de obstáculos, es que en el caso de las carreras de vallas el corredor sólo pasa una única vez por cada obstáculo, ya que la distancia a correr no es superior a una vuelta a la pista (400 metros), mientras que en la prueba de obstáculos, los corredores tienen que dar siete vueltas y media a la pista, pasando en cada una de estas vueltas por los cuatro obstáculos ubicados en la misma, los tres sencillos y el de la ría que está en la curva previa a la meta.
En este sentido, como los corredores de 3000 metros obstáculos tienen que compartir el mismo espacio de competición, así como pasar sucesivas veces por los mismos obstáculos; de alguna manera se hace necesario que los obstáculos sean fijos y no se puedan caer, porque de otra forma la carrera podría convertirse en una prueba lisa si los corredores ya los hubieran tirado todos al suelo al acabar la primera vuelta.
Mientras que en las carreras de vallas, los obstáculos pueden ser tirados por el corredor al saltarlos sin que se adultere la competición, ya que cada uno tiene sus propios obstáculos, los cuales puede tirar sin que varíe la situación del resto de los obstáculos que le quedan por superar (ya que sólo tiene que pasar por el mismo sitio una vez), ni la del resto de los corredores ya que sólo puede tirar los suyos sin influir en los obstáculos de los demás.
2 Comentarios
2 Replies to “Las carreras de vallas: Las pruebas de obstáculos y vallas”
como estas
hola soy yo linda palma saludos para todos mukes <3