Las vitaminas son sustancias orgánicas complejas cuya presencia en el organismo humano resultan imprescindible para la regulación de la mayor parte de las funciones vitales del cuerpo humano, ya sea actuando en forma de antioxidantes, de coenzimas (moléculas orgánicas que se unen a las enzimas para que estas desarrollen su actividad), o incluso como hormonas.
Nuestro organismo tiene la capacidad de generar algunas de ellas en su medio interno, pero la mayor parte tienen que ser obtenidas del medio externo a través de los alimentos, de ahà la importancia que tiene para el adecuado desempeño de nuestras funciones orgánicas el que nuestra alimentación consiga al menos garantizar los aportes mÃnimos de estos compuestos.
La deficiencia de alguna de estas sustancias en el organismo puede fomentar el desequilibrio en el funcionamiento de alguna función vital, lo que puede llegar a afectar a nuestra salud si esta alteración se prolonga durante mucho tiempo.
En este sentido, en el ámbito de la medicina y la nutrición se ha tratado de establecer las cantidades mÃnimas de vitaminas que tienen que ser aportadas por la alimentación para que nuestro estado de salud se mantenga en un nivel óptimo.
Estas C.D.R. (cantidades diarias recomendadas) suelen aparecer en las distintas tablas y manuales sobre nutrición que se han publicado para la divulgación pública.
Pero en la mayorÃa de los casos las unidades de medida que se expresan no resultan de mucha utilidad para el público en general ya que se trata de unas cantidades microscópicas que a parte de no poder ser cuantificadas visualmente, no pueden ser asociadas fácilmente a una cantidad determinada de alimento.
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