Cuando corremos a una cierta velocidad, intentamos mantener una buena amplitud de zancada. Esto es esencial porque el máximo rendimiento en cada distancia se alcanza con el adecuado equilibrio entre amplitud y frecuencia de zancada.
En este intento de ganar amplitud en los pasos podemos caer en el error de extender la pierna al frente tras subir la rodilla libre para intentar así hacer el paso más largo.
Inconscientemente entendemos que el pie va a apoyarse en un punto más adelantado, pero esto va a perjudicarnos más que beneficiarnos y esto ¿por qué?.
1. Más tiempo de vuelo: En primer lugar, al extender la pierna vamos a prolongar el tiempo que permanecemos en el aire en el cual no estamos realizando ninguna impulsión, lo que va a reducir nuestra velocidad, a parte de ser un tiempo perdido en el aire.
2. Más tiempo de amortiguación: Por otro lado, al conseguir un apoyo del pie más adelantado provocamos un descenso de nuestra cadera, lo que va a aumentar el tiempo perdido en la amortiguación del paso.
3. Más tiempo perdido en la tracción: El tiempo de tracción (la acción de adelantar el centro de gravedad hasta ubicarlo sobre el punto de apoyo para poder iniciar el impulso) también aumenta al tener que adelantar la cadera desde un punto más retrasado.
4. Más esfuerzo para iniciar la impulsión: Por último, el impulso se va a iniciar desde una posición de piernas más flexionadas. El cuadriceps va a trabajar mucho más en la impulsión a parte de tardar más tiempo en abandonar el suelo.
Por eso es esencial descender el pie lo más atrasado posible, cerca de la vertical del centro de gravedad para facilitar el impulso.
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